martes, 29 de enero de 2013

En su primera guarida

Proyectando,

tramando siempre,

concordia de doncella,

construyendo a la distancia una mujer de arena.

Instante que se diluye,

se sumerge en sí mismo

para mutar hacia una tierra de negros espejos,

como los hombres y mujeres

portando el perpetuo sueño en su aniñada sangre…



(Proyecta desplegar sus alas en su primera guarida,

bailar con esa luz atravesando, acaso el viernes);



todo tiende a desaparecer

mientras las jóvenes aprenden

el arte de la seducción,

los secretos de una apetitosa sopa.