tramando siempre,
concordia de doncella,
construyendo a la distancia
una mujer de arena.
Instante que se diluye,
se sumerge en sí mismo
para mutar hacia una tierra
de negros espejos,
como los hombres y mujeres
portando el perpetuo sueño
en su aniñada sangre…
(Proyecta desplegar sus alas en su
primera guarida,
bailar con esa luz atravesando, acaso el viernes);
todo tiende a desaparecer
mientras las jóvenes aprenden
el arte de la seducción,
los secretos de una apetitosa sopa.