sábado, 22 de agosto de 2020

Estreno de Disney +: The One and Only Ivan, de Thea Sharrock


Basado en hechos reales, el flamante estreno de Walt Disney Pictures y segundo largometraje de la realizadora británica Thea Sharrock, es la adaptación fílmica de la novela juvenil The One and Only Ivan, de Katherine Applegate.

Ambientado mayormente en el reducido ámbito de un pequeño centro comercial de una ciudad del interior norteamericano, el segundo largometraje de Thea Sharrock, después de Me Before You (2016), aprovecha la impronta teatral de esta directora fogueada mayormente en el ámbito del teatro inglés. Y ciertamente no hay que perder nunca de vista este rasgo del último estreno de Disney (obviamente en estos tiempos, difundido mediante la plataforma Disney Plus), ya que la expansión visual que uno esperaría en una historia protagonizada por un grupo de animales que ha sido sacado de su ámbito natural, pero que obligadamente tiene que acometer su éxodo hacia la libertad, tarda y no poco en llegar, haciendo que la fábula funcione en una franja muy importante valiéndose de preceptos que mucho tienen que ver con el teatro. 

Desde el vamos se nos hace saber que la historia está basada en hechos reales. The One and Only Ivan, es por cierto una adaptación del libro infantil homónomo de la autora estadounidense Katherine Applegate, libro por en cual en 2013 recibió el premio Newbery Medal. 

En un pequeño centro comercial llamado Big Top Mall, funciona una suerte de microcirco en el que un grupo de animales realiza sus proezas para un cada vez más escaso público. Quien dirige ese modesto espectáculo junto a un muy reducido staff de colaboradores es Mack (Bryan Cranston), un hombre en las puertas de su vejez que en su juventud adoptó a Iván (cuya voz interpreta Sam Rockwell), un gorila de espalda plateada que perdió a sus padres en una redada de cazadores. Iván es claramente la estrella del espectáculo, y tiene como principales amigos a la elefanta Stella (Angelina Jolie) y al perro vagabundo Bob (Danny DeVito). Pero la llegada de la pequeña elefanta Ruby (Brooklynn Prince) como nueva atracción para reflotar al pequeño circo de su declive, sumada al propósito de cumplir el deseo de su vieja amiga Stella, despierta -o más bien revive- el deseo de Iván de recuperar un espacio de libertad en la naturaleza, empresa para la cual se servirá de sus recientemente descubiertas dotes de dibujante.  


Hay dos vetas bien delimitadas pero a las cuales les cuesta por momentos convivir de manera efectiva en la película: por un lado, la de ese grupo de animales que irá a la búsqueda de su intuida libertad, y por otro, la de la declinación de algunas formas tradicionales de entretenimiento. Puede y debe hacerse en The One and Only Ivan una acertada lectura sobre la actual crisis que están viviendo los cines como espacios tradicionales de difusión cinematográfica, la exhibición de películas en salas que va dejando espacio a nuevas modalidades de consumo de cine a través del streaming por suscripción, hecho este acelerado obviamente por la actual pandemia y la reacción desproporcionada de la mayoría de los gobiernos con las restricciones impuestas a sus poblaciones. De todos modos, más allá de cierto divorcio narrativo de los dos aspectos más representativos que desde lo argumental posee el film, el implícito homenaje al cine y sus formas tradicionales de comercialización, es un plus que debe reconocérsele a una realizadora que como se escribió, proviene principalmente del ámbito del teatro inglés. Thea Sharrock es alguien que siendo muy joven estuvo al frente de la Southwark Playhouse como directora artística, habiendo trabajado de igual modo en el West End de 'Art', en el Royal National Theatre y para el English Touring Theatre.  

El guion de Mike White (Orange Country, The Good Girl, School of Rock) acompaña asimismo de manera bastante efectiva el sello teatral que tiene la historia en buena parte de sus 95 minutos, aprovechando no solo la capacidad de hablar de los animales, sino también la interacción con el ámbito de encierro en que habitan. Por su lado los flashbacks de los que no se abusa, aportan oxígeno a ese espacio restringido en que transcurre buena parte de la altruista odisea de Iván. Mike White también interpreta la voz de la foca Frankie y participa de un par de cameos en esta fábula en que los guiños a Dumbo por momentos se vuelven demasiado obvios. Pero tratándose de Disney y del hecho de que en los últimos años la productora se ha valido de su antigua filmografía en sus propuestas (las remakes de La Bella y la Bestia, Aladdín, El Rey León y la propia Dumbo, o la secuela de Mary Poppins), es una autorreferencia que no sorprende.

The One and Only Ivan ha sido calificada PG-13 en Estados Unidos, una clasificación que si bien permite que un film sea apto para todo público, recomienda a los adultos el asesoramiento a los menores de 13 años respecto de temas que para chicos de esa franja de edad pudiesen resultar perturbadores. Quizás el motivo que más fundamente la decisión en este caso sean los interrogantes que se plantean los animales respecto de la veleidosa moral humana.


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