lunes, 28 de enero de 2013

Al amparo

Nos celaba ese oculto centinela.

Mientras, con los otros adalides,

jugábamos a la guerra.



¿Recuerdas?



Nadie advirtió las huellas

de tanto vano asolearse.

Crepúsculo invocado

merced de la extraña mímica

del azul, que envolvía la escena.

Esperando, dos bicicletas

y una joven vieja madre

pronta a enamorarse

de un exiguo simulador de portentos.



Nos celaba un viejo centinela

mientras otros hijos

confluían: el sonido y el paisaje

suelen tornarse indivisibles

[reflejo, involuntario, escurridizo,

el más real de los mundos]



¿Recuerdas?