Cierto que desapareces,
que se sumerge tu imagen.
La antigua certidumbre del mar
que te sigue despojando en mi recuerdo:
cierto que despierto a lo cierto,
despierto a un sueño de eternos retornos,
cierto que lo cierto quema lejos del río.
Vivo para quien quiere partir inconscientemente.
Tan difícil matar a quien atraviesa con sus ojos:
una fortaleza tan frágil que el mundo aterra,
el mundo donde lo cierto es cierto,
donde las sagradas visiones,
los sonidos no creados,
se pierden en la furia cotidiana.