domingo, 5 de junio de 2011

Poema Nro. 1, Retorno, La Frontera

Las presas de la madre de Tobías

no cantaban en vano,

algo las llevaba a arrastrarse

en torno a esa mujer obesa

celando a su hijo.

 En un sitio donde las casas caían

al paso de un viento fuerte,

ganarse el guiño de esos despojos

embutidos en telas de fibras chillonas,

ganarse el valor preciado

de una soledad

en la cual matar inocencias,

valía el precio de una vida perdida:

esos siglos de tiempo vacío de savia.

Hacía falta un sitio en el cual guarecerse

y amar furtivamente,

amar a un ido del tiempo,

a un paseante fugaz

rozando una vieja y cansada mano.