jueves, 31 de mayo de 2012

"Mundo Anfibio" Lisandro Aristimuño


Mundo Anfibio es el quinto disco de Lisandro Aristimuño, verdaderamente esperado por quienes consideramos a este músico como uno de los artistas más interesantes que han surgido en los últimos tiempos. ¿Por dónde empezar? Si uno se detiene en sus primeros trabajos advierte una suerte de sutil trama conceptual que pareciera cristalizar en este disco; pero más allá de eso, la renovación y la toma de riesgo no pasan para nada desapercibidos, es más, es como si se cerrara el círculo de esa seguidilla conformada por Azules Turquesas, Ese Asunto de la Ventana, 39º y Las Crónicas del Viento.

Mundo Anfibio es una expansión, desde todo punto de vista, una expansión en las orquestaciones, en lo menos guitarrístico pero mucho más electrónico, sin caer en innecesarios vicios de estilo, una expansión que irrumpe en nuevos terrenos sin hacer que por eso los temas pierdan la esencia de canción, al menos en su mayoría.

Vivimos en épocas en donde la conjugación de todo con todo, musicalmente hablando, se ha vuelto en ciertas ocasiones una suerte de mala praxis, que acaba haciendo de algunas expresiones musicales un híbrido inasible. No es nada fácil amalgamar lo tribal, lo orquestal, las convenciones armónicas provenientes principalmente del rock y del folklore, aires melódicos orientales, la tecnología, una honesta interpretación vocal e instrumental, sin perder el hilo de criterio que haga de una tan faraónica alquimia de sonido y poesía, una obra ante todo verdadera, y con la capacidad y el impulso suficientes como para transformarse a la vez en mojón y eslabón de una evolución artística. Lisandro nos tenía acostumbrados a todo esto en sus anteriores CDs, sin ser esta la excepción, es más, abrir el disco con un tema como Elefantes redobla la apuesta.

Su poesía, como ya expresé en otra reseña, es un capítulo aparte. Mundo Anfibio se percibe como el testimonio de una época en la que ni el caos ni la disgregación posmodernos logran apagar del todo las luces de un planeta sostenido por un puñado de lúcidas almas. (Mírate al espejo donde nadie mira).

Como en anteriores discos de Artistimuño, en su número cinco no faltan invitados: Ricardo Mollo en Un dólar, un reloj y una frase sin sentido y en guitarra en Traje de dios, Hilda Lizarazu en Por donde vayan tus pies y Boom Boom Kid en How long.

En fin, acontecimiento digno de celebrarse Mundo Anfibio para los amantes de la música construida desde las tan vapuleadas trincheras de la honradez. Parafraseando a Lisandro: embriaguemos nuestras venas, comámosle la espalda a la luna, recuperemos la bruma…