jueves, 14 de julio de 2011

Caminar (los senderos por venir) Dedicado a Pasolini y su Teorema, dedicado al desierto, dedicado a los eternos buscadores...

   Caminaré, perturbaré al menos por un instante a este siniestro remanso de calamidades. Caminaré, sordo y ciego ante el ruinoso ruido de las ruinas que empiecen a caer en su propio abismo. Caminaré, caminaré con el retumbo de Hawthorne en el alma, vacío el corazón, a la espera de esas amarillas constelaciones que danzan con el cálido vientecito de diciembre. Caminaré, dejaré atrás la vigilia vana para sumirme en la estrepitosa cancelación de una anticipada y absurda muerte. Caminaré quizá sin cómplices, sin canciones anodinas, sin el fragor de las antiguas arengas, sin la esperanza de recobrar el evadido e ilusorio fuego. Réprobo de toda reprobación, desbarataré con un silencioso y sostenido paso las primeras pertenencias. Caminaré, pagaré uno a uno mis genuinos pecados, inserto de lleno en la inconmensurable estridencia de un tiempo ajeno al Tiempo. Caminaré, caminaré...