domingo, 29 de mayo de 2011

Poema Nro. 6, Perdidos, La Frontera

Caminamos hacia un sol

que no acaba nunca de erguirse.

Una luz que ilumina apenas las gotas de rocío

que se posan sobre pastos y fangales,

que resisten un invierno corrompido.



Caminamos y siempre las mismas espaldas,

siempre el mismo sonido

ligado a unas tripas a punto de arder.



En mis venas décadas de sangre

manando sobre el peso

de un eterno silencio.



Sagradas tus huellas,

eterno cautivo de una nada.

Tú que aguardas el fin de la noche,

tú que rebasas de espera:

navega, persigue fantasmas…