Mientras tanto,
cegado de tus viejas imágenes,
olvidas.
Miras a los hombres que vuelan,
se alzan cada vez más alto
al toque de una música
que algún día nos anduvo, nos fue, nos condujo.
Mientras tanto caminas ya poco,
ya sin nombre, ya sin sombra,
ya sin los cómplices del viejo camino.